Anna Lenhardy

Mi nombres Anna Lenhardy,  y desde los 23 años llevo inmersa en el mundo de las energías, de lo sutil.

A esa edad, sufrí la ruptura con mi primer amor tras 7 años de relación. Mi mundo se vino abajo, estaba destrozada… y conseguí salir adelante gracias a que empecé a practicar Kundalini Yoga: las meditaciones me ayudaron a conectar con algo más, a traspasar el dolor que sentía y entender la vida desde una perspectiva más espiritual. Fue la puerta de entrada al mundo de las terapias energéticas.

Pasaban los años y me daba cuenta de que tenía una sensibilidad extrema, que me  afectaba en el día a día: mi cuerpo recibía mucha información del exterior que me costaba interpretar y a la vez me dificultaba poder estar centrada ¡Lo pasaba realmente mal!

Puedo decir, que uno de mis mayores aprendizajes ha sido aprender a manejar mi naturaleza de persona altamente sensible (PAS). Lo que más me ayudó a ello, fue comprender que el mundo de las energías, de lo sutil, nos afecta mucho: entonces, decidí conocerlo para saberlo manejar  e integrarlo en la vida como una parte más.

Así, por propia supervivivencia, aprendí diferentes técnicas que trabajan a nivel energético, y no sólo a niveles físico y mental; mientras iba haciendo mi propio camino de crecimiento personal.

Todo este camino me ha llevado a comprender mi misión: contribuir al bienestar de las personas ayudándolas a eliminar bloqueos y a poner claridad en su vida. Principalmente aplicándolo en las áreas del bienestar y  de la educación.

Me gusta la naturaleza, los animales, los libros escritos en hojas de papel, aprender continuamente, conocerme y reconocerme cada día; y ayudar a las personas a que estén sanas, fuertes, vitales y creadoras de su vida.

"Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida"  Proverbio Chino